april

A la deriva.
Sin control.
Perdida.
Leo, miro, observo. Me instruyo, contemplo y nada se ajusta a mi realidad.
O sí y no lo quiero ver.
Y mi lugar de confort es cuando me acuesto al lado de ellas. Dormidas me acurruco juntando nuestros cuerpos.
Su calor me relaja, su respiración me canta una nana.
Mi estómago se va destensando a medida que acaricio sus cuerpos, su cabello.
Mis miedos se multiplican en mi cabeza y debo abrir los ojos y mirarlas. Están ahí.
Hoy han jugado, han corrido, volado, gritado y reído.
Me han explicado y me han escuchado.
Y su día ha acabado con masajes en los pies y en la espalda, nuestra rutina. Hace unos meses cambiaron las historias y las lecturas nocturnas por la relajación muscular. A mí también me gusta más. Encuentro que cierro mi día mejor con ellas.
Echo de menos besarlas y cogerlas en brazos, ya se creen mayores para eso, a veces, así que me doy un festín de contacto por la noche.

Pero me siento temerosa.

Mi cabeza anda repleta de miedos.
Deseosa de coger las riendas, de poder cambiar la sociedad.
De querer ofrecerles un lugar libre donde ser lo que quieran ser, sin que nadie las juzgue.
Juzgar sin saber ni conocer.
Criticar sin haber razonado.
Menospreciar la diferencia.
Atacar al barco que se encuentra a la deriva. Sin vela, sin quilla, sin timón.
Hundir al débil.
El gran mal de esta sociedad.

  



A mí también me parece extraordinario lo que hace.
También le iluminaría para que se viera mejor.
Pero son tantas veces las que no necesita ayuda...
Las que me explica y yo aprendo.
Que aquel lugar, el que lleva miles de años "inmóvil", no va a desaparecer en dos horas.
Qué hay tiempo para disfrutar de esta parte del cabo! Aquí, observando el camino de las hormigas en fila.
Todo lo que hacen, todo lo que piensan, todo lo que crean es crucial.
Para su intelecto, para su bienestar emocional, para sus vidas.
Lo tienen, lo ven de la manera que es, saben lo que quieren.
Nosotr@s solo, simplemente, hemos de estar ahí.
Para que no se despisten, para que continúen pensando y obrando como lo hacen.
Que nos enseñen a pensar, observar y razonar como lo habíamos hecho antes. Antes de que creyéramos que las cosas vitales pueden estar en segundo plano y las necedades, simplezas, materiales y chorradas varias sean las prioritarias.







Y el camino se abre delante nuestro.
Con sus sorpresas.
Pruebas complicadas o sencillas.
Decidiremos por el camino.
Nuestro objetivo, llegar.
Llegar ricos en conocimiento, experiencia y sonrisas.
Degustar cada momento qual manjar exquisito cocinado a la lumbre de un leño.
Sin prisas. 
El descanso es un premio que no nos dejamos saborear.



march

Levantarse, ponerse el abrigo y bajar sin desayunar el camino.
Eran 5 los que habían dormido en casa. Salieron sin desayunar.
La más pequeña, con las prisas, se olvidó ponerse los zapatos.
-Espera Arlet! hi ha fang al camí! 
Y a volandas le calcé unas sandalias blancas (las que había traído) que muy probablemente su madre o padre deberá teñir de algún color para disimular.
Yo salí después de beberme de un sorbo el café. Agarré la cámara y seguí los raíles del patín sobre el barro que había dejado Madicken (solo a ella se le ocurre ir con un patín por el barro...).
Y todas las borrajas estaban florecidas. Todas mojadas por el rocío.
Y luego de un ratito decidieron irse corriendo a por las bicis. Moira se quejó. 
-Què feu?! això és un festival de borratxes! 
Y siguió recolectando. 

Moira.
Cistella, Girona.




Cuentan las tribus africanas, asiáticas, oceánicas, americanas y europeas que la crianza no es más que dar amor.
-Es dar amor amamantar al bebé hasta los 4-5 años. El pecho siempre se ofrecerá a demanda.
No es raro, no es malo, no es malcriarDe esta forma su sistema inmunológico se hace fuerte. 
-Los bebés no deben estar nunca solos, nos acompañarán en nuestros quehaceres diarios. Llevarlos a cuestas nos dará mucha más libertad para hacer lo que necesitemos hacer. Si no es posible, será un miembro de la familia quien le de sosiego y brazos. 
No es raro, no es malo, no es malcriar. Dejarles llorar no hará que sus pulmones se hagan más fuertes, no se aprende nada enseñando qué es la fustración.
-Dormirán con su madre y/o padre, si no es posible, junto a sus hermanos y/o hermanas. Sentirá el calor y acompañamiento familiar. De esa manera se fortalece el vínculo y la desaparición de miedos y terrores nocturnos.
No es raro, no es malo, no es malcriar. Colechar es la manera de descansar juntos/as, calentarse y despertar al lado de los/las tuyos/as.

Y acompañarlos/las, siempre, en cada momento crucial de sus vidas. Estar ahí, disfrutando, muriendo de amor.

Podemos viajar a la luna, volar entre los edificios, conectarnos a satélites y vernos y dialogar a miles de kilómetros de distancia, pero lo que recibamos en nuestros primeros años de vida, será crucial para cuando seamos adultos. 
La modernidad, la tecnología, la vida cambia, más no lo vital. 

Moira y Madicken.
Colera, Girona.
www.monicamauri.blogspot.com
www.facebook.com/MonicaMauriPhotography
www.instagram.com/cistellapower



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