Y entré en la tienda.
Estaba perdida, tantos tipos de cañas, sedales, carretes, plomos, boyas, cebos, anzuelos...
Soy de esas que no me paso horas mirando las estanterías,deduciendo, pensando en las diferentes posibilidades.
Soy de esas que busca un/a dependiente/a, una persona formada, qué sabe. Me gusta encontrarme profesionales y no gente trabajando. Me encanta que me expliquen, que me enseñen, me instruyan y así saber.
Y ese chico se acercó. Le expliqué que los Reyes les van a traer unas cañas de pescar a Moira y Madicken. Necesitaba un poco de ayuda.
Y me hizo una clase particular de pesca, pesca sin muerte, pesca mosca, no me acuerdo qué más estilos y rarezas se pueden hacer... me gustó. No sé si estaba más perdida entonces que cuando llegué, pero me sentía más segura a la hora de escoger la caña adecuada.
-I aquesta, és perfecta per una nena.
-per una nena?
-has dit què eren dues nenes, no?
-sí, ho són, però... i què té a veure?
-ah... mmmm...
Y miró abajo. Buscaba una respuesta rápida y concluyente a semejante metedura de pata.
-Són més baixetes.
Y sonreí.
-Tenen força?-me preguntó.
-doncs, no sé, segons amb qui o què ho comparis... em preguntes si tenen força tot i ser nenes?
Ahora fue él quien sonrió.
Y me enseñó una caña de un rojo brillante, plegable, preciosa.
Me puso sobre el mostrador el sedal, plomos, boyas, anzuelos, carretes, todo aquello que me había contado y explicado antes.
Y me fui de la tienda pensando cuánto trabajo queda aún por hacer!
Madicken, la Koala sobre el Eucaliptus.
Cap de Creus, Girona.
www.instagram.com/cistellapower
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