En nochebuena, "Juleaften" en noruego, Julenissen (Santa Claus) deja regalos a tod@s, hay veces q no consigues verle, y de pronto las faldas del árbol de navidad están llenas de regalos, otras, si tiene mucha sed o hambre, llama a la puerta o la ventana y pide entrar, es ahí, en ese preciso momento, cuando los ojos de l@s niñ@s se abren hasta donde es físicamente imposible abrirlos.
No consiguen acordarse ni de cómo se llaman, así q ya ni hablar de responder lo q pidieron q les trajesen...
Cuando el barbudo anciano se va agradecido de casa, empiezan a gritar, a reír, a saltar, a quererlo explicar a tod@s, en especial, aquél adulto q, curiosamente, "no estaba presente" en el mágico momento...
Roger había salido a por leña fuera...
Me es imposible transcribir cómo se lo explicaron, con semejante estado de exaltación, creo q no acabaron ni una sola frase...
Este año no pudimos viajar a Noruega por navidad, pero el bueno de Julenissen visitó a las niñas en Cistella.
Felices fiestas a tod@s.
Mònica Mauri.
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